lunes, 27 de julio de 2009

¿Existe una filosofía del arte?

(El autor no aparece reflejado en la fuente consultada; se estima que es un colectivo que busca responder la interrogante; si hay que hacer alguna aclaratoria a futuro por favor informarnos al correo azocarramon1968@gmail.com)

La interrogación busca el fundamento del ente (en nuestro caso de la cosa Arte) en tanto es lo existente...La pregunta por el por qué no busca causas para el ente, esta pregunta por ser la más amplia también es la más profunda, como también la más originaria de las preguntas, como hemos dicho. Y si el hombre, el ser humano mismo es el ente, que destaca por ser él quien la formula, y si éste a su vez inventó el conocmiento, en medio del devenir, y si éste, el devenir es el horizonte desde el cual podemos vernos ontológicamente, no es acaso este siendo (como hemos dicho en otras ocasiones) el que no nos da sustento, fundamento fijo alguno, como se ha pretendido epistemológicamente desde Platón y Aristóteles. ¿No es acaso esa la tragedia de la tragedia occidental, querer explicar el gerundio como infinitivo, el estando como el estar, el siendo como el ser?. Porque si bien es cierto que si no se entiende la pregunta (por el por qué), es decir no se hace la pregunta, no podemos entender cosa alguna, y menos el Arte, no es menos cierto que esta intelectiva epistémica forma (en el sentido griego de idea -contenido, fundamento) de concebir, no solamente en el arte o de éste, sino del hombre occidental, no ha dado posibilidad alguna para imaginarse contingentemente, es decir, ser siendo. Esto nos da "inseguridad" desde el punto de vista platónico y aristotélico, pues no hay ni idea, ni sustancia permanente alguna, salvo la misma impermanencia y su enigma. Y he aquí el gran "exito" de la cultura tecnológica, pos-cartesiana y newtoniana quien sustentándose en la episteme platónica y aristotélica de la búsqueda de la sustancia, del ser, consolida su existencia sobre la base de cómo funciona (la mecánica) esta "sustancia". Esta es la causa del éxito de la técnica, de lo sólo fenoménico (lo que se manifiesta), de lo antropológico- filosófico, lo psicologista, lo sociologista y de lo economicista, por supuesto; y he ahí la vigencia y la necesidad del arte (en el sentido de hacer-crear y no sólo de belleza), hoy más que nunca, porque como hemos repetido tantas veces hace ya más de veinte años, el HACER, el Arte (el haciendo) es nuestra cualidad, la cualidad que nos hace hombres, humanos, divinos, copertenecientes al "orden" universal, a la tensión, al "caos"- "cosmos", "cosmos"-"caos", al Logos verdadero.

Por eso nos hemos preguntado: ¿existe una filosofía del arte?. Con esta pregunta queremos introducir nuestro tema, y, lo que queremos decir es si realmente podemos hablar de una Filosofía del Arte. Filosofar significa preguntar, lo que caracteriza a la cultura occidental es la pregunta por el por qué de las cosas. Es una cultura que actúa para conocer, que a diferencia de las otras y en particular de la oriental, quienes saben "conocen" para actuar, es decir, parodian la naturaleza.

He aquí la clave de la búsqueda epistémica, que posteriormente va a caracterizar al pensamiento, a partir de Platón, de su maestro Sócrates y su discípulo Aristóteles. La búsqueda de lo que queda establecido firme, de lo sustantivo, de lo que "no" cambia. Es de ahí, además, de donde llegará a nacer a partir del Renacimiento y la Modernidad lo que llamamos ciencia dura y tecnología; y es a partir de ahí, y no casualmente, que el Arte cobra la dignidad, que hoy le corresponde. ¿Por qué?. Porque el Arte sigue siendo el último sitio de reunión (la última ágora de la tribu) donde poder expresarnos en libertad, libremente, que es lo que nos caracteriza como seres animales humanos, ser hacedores, hacer brotar como de la nada, esos objetos, espacios que terminan siendo, además de objetos (cosas) sujetos que emiten significados. Sin embargo, para poder abordar el tema Filosofía del Arte, es necesario, comenzar por aclarar varios puntos, para Heidegger la pregunta del por qué de las cosas, es el salto de toda la cultura anterior, supuesta o auténtica de la existencia del hombre. El salto de ese preguntar alcanza, nos dice saltando su propio fundamento y lo constituye saltando, es decir, saliéndose de todo lo que representa la cultura anterior, en la cual el hombre vivía sólo intuitivamente, por decirlo de alguna manera. este salto lo llamamos su origen o salto originario (ur-sprung) de acuerdo con la auténtica significación de la palabra originaria : instituirse saltando como su fundamento (la pregunta por el por qué, es el salto, es el origen, es la fundamentación, el inicio de la Filosofía, de la forma de pensar que posteriormente dará origen a la episteme platónica, la contemporaneidad en entredicho, con el salto a la "episteme" contemporánea (si es que la podemos llamar así) denominada postmodernidad, para nosotros, transmodernidad, la cual ya no guarda el sentido original que de episteme se tenía.

El término, es un término importado de la lengua griega, donde significa ciencia por oposición a "techne", que serviría para designar el conjunto de los conocimientos positivos vinculados a prácticas dispersas (navegación, medicina, gimnasia, mecánica, etc.); esta oposición no coincide con lo que nosotros establecemos como ciencia y técnicas. La lengua filosófica, por lo demás, se ha hecho cargo del término episteme, no para designar la ciencia, sino para forjar el nombre de la disciplina llamada epistemología, la teoría del conocimiento o gnoseología, que es la teoría del conocimiento tomada en el sentido amplio (filosófico), y no sólo científico. Contemporáneamente, a partir de Foucault, episteme es matriz de conocimiento, la forma como accedemos a éste. Alejandro Moreno Olmedo (1993) nos dice: "La episteme no se piensa; se piensa en cambio en ella y desde ella. En cierto modo se es pensado por ella, en cuanto el pensamiento por ella está regido".

wpe5.jpg (5821 bytes)

Hay una pregunta más originaria hecha posteriormente en la contemporaneidad por Heidegger (1993)" ¿por qué es el ente (el ser) y no más bien la nada?, es el fundamento de todo auténtico preguntar, y así se constituye en su origen. La interrogación busca el fundamento del ente, en tanto es lo existente...(la cosa)..." . La pregunta por el por qué no busca causas para el ente, ésta pregunta por ser la más amplia, también es la más profunda, como también la más originaria de las preguntas, como hemos dicho. El ente que destaca con esta pregunta es el ser humano mismo, o sea, aquel que la formula y aquí volvemos sobre su necesidad. este ente (el hombre) en medio del universo, ha inventando el conocimiento, que ha sido su necesidad; como bien nos dice Nietzsche (1873): "En algún lugar del universo centelleante, desparramado en innumerables sistemas solares (cabe decir estrellas), hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más altanero y falaz de la historia universal: pero al fin de cuentas fue sólo un minuto, tras breves repiraciones de la naturaleza el astro se heló y los animales inteligentes hubieron de perecer. Alguien podría inventar una fábula semejante, pero aún así no habría ilustrado suficientemente cuán lastimoso, sombrío, estéril y arbitrario es el estado en el que se presenta el intelecto humano dentro de la naturaleza. Hubo eternidad en la que no existía; cuando de nuevo se acabe todo para él, no habrá sucedido nada".

Al parecer no habría ninguna razón en el ente, en su totalidad, a la cual ocasionalmente pertenecemos nosotros mismos, para otorgar el ser humano una relevancia en particular. Sin embargo sabemos de nuestra interrelación en y con la totalidad. La pregunta por el por qué se enfrenta en cierto modo con el ente en su totalidad, sale y se sitúa fuera de él aunque nunca por completo. Más precisamente acota Heidegger en su Introducción a la Metafísica " por esto la interrogación adquiere relevancia, ¿por qué el por qué? cómo se fundamenta la pregunta misma del por qué, esa que arroga (sic) poner al ente en su totalidad sobre su fundamento?...todo va a depender de si consideramos por tanto que todo está resuelto, o si somos capaces de experimentar esa repercusión sobre sí misma de la pregunta por el por qué como un acontecimiento emocional". Aquí podemos acotar lo que G. Bataille (1981) nos dice: "quien no muere por ser más que un hombre, no será nunca más que un hombre".

Continúa Heidegger (1993): "ninguna pregunta y por consiguiente ningún problema se comprende a sí mismo, si no comprende la pregunta de todas las preguntas, es decir si no hace la pregunta". Por eso para interrogarnos por la pregunta del Arte y su Filosofía hemos tenido que empezar por el principio. "Preguntar realmente el por qué significa atreverse a agotar y atreverse interrogando lo inagotable de esta pregunta por medio del desvelamiento, el desocultamiento(aleteia) de aquello que esta pregunta exige preguntar. Allí donde algo semejante acontece está presente la Filosofía" Heidegger (1993). Para nosotros el responder de la pregunta (ontológica) por el ser del hombre, va unida a su hacer, a su Arte, el Arte es la cualidad que no hace hombres es, una expresión ontológica, como bien nos dice Heidegger, porque confiere y recibe un sentido. Es sentido e interpretación, es decir, hermeneútica lo cual lo hace no ser lógico ni categorizable, ya que sus posibilidades son todas como el hombre mismo.

Ahora se nos presenta el problema de esa "cosa" llamada Arte, que en nuestro caso va más allá de lo sólo estético, en el sentido de percepción sensible o de belleza. "Toda ontología es fenomenología", nos acota Heif¿degger (1993), porque según él no hay nada tras el fenómeno (la cosa), pero ¿no lo hay?. He aquí, la pregunta que se suele llamar Metafísica, y que para nosotros nos retrotrae al mundo pre-socrático: Tales, Anaximandro, Anaximenes, Parménides y particularmente Heráclito, y al Logos no sólo como razón platónico-aristotélicamente, sino como ENIGMA, que es como lo presenta nuestro filósofo de Efeso. Y es a partir de ahí, a grandes rasgos, que queremos "rever" o ver ontológicamente a partir de su mirada el Arte no sustantivado, como sí lo ha hecho la estética clásica a partir de la metafísica, sino a partir de la physis, que es como nuestros filósofos mencionados lo hacen y en particular Heráclito con su physis-logos. Para poder desarrollar la proposición, la tensión de los contrarios que es la pauta que marca la diferencia, a nuestro juicio, entre la armonía "unidad ideal platónica" y la real armonía, que es de donde parte todo, el hombre y su hacer, su Arte, nos es indispensable comenzar dejando sentado, el principio que rige todo para Heráclito. Aunque filósofos, historiógrafos han querido pos-artistotélicamente ver que en Heráclito hay una esencia humana, fuera del Logos, veremos cómo el fluir heracliteano, el fluir, lo que nosotros llamamos el tiempo, no da para esencias, sustancias, episteme alguna que no sea el Logos (physis) mismo en su devenir, y el reconocernos en ese Logos es lo que nos constituye ontológicamente.

Para Heidegger (1993) "Este Logos es ´la physis´, el erguirse que brota, aquello que al desplegarse "permanece" en sí mismo", no en el sentido pos-aristotélico, natura que es como posteriormente se interpretó en el medievo. En esta fuerza imperante a partir de una unidad originaria (no dualidad), están contenidos y se manifiestan el reposo y el movimiento. "En el pensamiento esta fuerza imperante es la presencia sometedora" continúa Heidegger (1993); "y aún no sometida en lo que lo presente es en tanto ente. Más esta fuerza imperante sólo comienza a surgir, es decir, aleteia (descubrirse) ocurre cuando la fuerza imperante lucha por apoderarse de sí misma en tanto está en el mundo. Solo por medio del mundo el ente se convierte en algo que es". Dice heráclito, frag.53: "La guerra (polemos) es padre de todos y rey de todos, de suerte que a unos los pone dioses y a otros en hombres, a unos les hace esclavos y a otros libres". Continúa Heidegger (1993): "el conflicto, si bien engendra todo lo presente, también lo que domina y conserva...". El polemos, mencionado aquí, no es una guerra al modo de los hombres, sino un conflicto que impera con anterioridad a todo lo divino y humano: la lucha tal como la piensa Heráclito provoca el incio de la separación de lo que está presente en su confrontación, lo que da lugar a que sean asignados la ubicación, la posición y el orden de prioridad dentro de la presencia. En este ponerse a distancia se abren abismos, separaciones, extensiones y se producen grietas. En esta diferenciación se produce el mundo. "La diferencia ni separa ni destruye la unidad. La constituye, es conjunción, logos; Polemos y Logos son lo mismo". (Heidegger, 1993, p.63). "La lucha, tal como se entiende aquí es una lucha originaria; porque hace que los combatientes comiencen a surgir como tales; no es un simple arremeter contra algo ya existente. La lucha primeramente proyecta y desarrolla lo inaudito, lo hasta entonces no-dicho y lo in-pensado. Después serán los productores, creadores, poetas, artistas, pensadores y hombres de estado los que sostendrán esta lucha contra la fuerza imperante que los somete, ellos arrojan el bloque de su obra y en ésta conjuran al mundo que así queda manifiesto. Sólo con estas obras las fuerzas imperantes, la physis, se vuelve en lo presente. Sólo entonces el ente como tal llega a ser" (Heidegger, 1993, p.63-64).

wpe5.jpg (5821 bytes)

Nos es necesario volver sobre la palabra physis para acotar (y si aclaramos todavía más) que dicho término se vincula al verbo fiw que quiere decir "engendrar", en su acepción primaria, y a la terminología sis emerger, lo que da a luz" (Cappelletti, 1994p.61-62). De tal significación originaria se pasa fácilmente a una acepción que implica un juicio ontológico. Physis es lo primario...physis no quiere decir sólo, como piensa Rivaud (c.p. Cappelletti, 1994) un principio cronológico, sino también un principio ontológico, por lo cual la physis no sólo reivindica para sí la idea de lo primero en el tiempo, sino la idea de lo primero en el orden del pensamiento y del ser.

El significado ontológico adquiere matriz valorativa, pues lo primario pasa a significar también lo "auténtico" y lo "originario", por oposición a lo "ficticio" y lo "artificioso"...¿El saber del hombre? ¿o es este hacer una "segunda physis" y un segundo emerger y establecer, que se manifiesta a través de nosotros hombres?. Decíamos una segunda physis por cronologizarla, pero en realidad el hacer del hombre es una continuación del hacer del Logos en nosostros, es aquí donde emerge, surge, establecemos la "cosa" Arte, que como decíamos recibe y confiere significado, cual si fuera además de objeto, cosa, sujeto emisor, con un lenguaje no lógico, sino tan enigmático como el hombre mismo.

Sin embargo, nos dice Heidegger 81978.p.10): "Toda ontología es fenomenología, porque no hay nada tras el fenómeno, y si hay que descubrirlo es porque este siempre, se oculta, se disimula". Entonces ¿ hay algo o no hay algo detrás del fenómeno, de la manifestación hombre y de su hacer, de su arte?, o ¿ es el fenómeno mismo el que se encubre, se oculta, se disimula? Frag.93: "El señor cuyo es el oráculo de Delfos ni revela ni encubre, sino que da señas (indica)" es decir: lo mismo que Apolo desde su templo el Logos dentro de cada cosa ni es patente, ni tampoco incognoscible, sino que (entre las dos cosas) emite indicios seguros: su comprensión depende del esfuerzo interpretativo o la penetración de los hombres.

En cuanto a la solución del enigma del Logos, del ser, de la cosa Arte, del hacer del hombre. Frag. 101: "Me pregunté (dirigi) a mi mismo" (Heráclito c.p. Marcovich 1968, p.31). Ese reconocernos, el Logos-Physis (siendo) en el mundo como lo que somos es lo que puede volver a darnos (y en libertad, pues es una opción y no sólo una intuición, un desconocimiento como en la era mítico-poética) la integralidad, la copertenencia, la plenitud del todo que somos, y no así como lo hemos percibido y realizado con la metafísica clásica, como si fueramos ángeles caídos, aliens, extraterrestres, por lo demás "eternos", generando la depredación y la inhumanidad que nos ha caracterizado paradójicamente siendo los animales humanos. Por eso cuando citando a Heráclito, en medio del enigma de la existencia, nos preguntamos, dirigiéndonos a nosotros mismos, no lo hacemos así, sólo en un sentido fenoménico y antropológico, o sólo intelectivo, sino pleno, que es como finalmente lo es todo, lo micro y lo macro...Frag.60 de Heráclito en Diels-Kranz. El camino hacia arriba y hacia abajo es uno y el mismo. Este dirigirse a sí mismo, en Heráclito no tiene la connotación de separación sujeto-objeto (falsa por lo demás) que va a imprimir la modernidad; dirigirse a sí mismo requiere del esfuerzo interpretativo de la hermeneútica indispensable para la comprensión dentro de lo que ni se revela, ni se encubre sino que sólo nos queda indicdo por el señor, cuyo oráculo está en Delfos y nosotros, somos su indicación, somos la mismidad, dirigirnos a nostros mismos, es dirigirnos...El universo hecho "consciente", el universo "viénsose a sí mismo".

wpe5.jpg (5821 bytes)wpe5.jpg (5821 bytes)wpe5.jpg (5821 bytes)wpe5.jpg (5821 bytes)wpe5.jpg (5821 bytes)wpe5.jpg (5821 bytes)wpe5.jpg (5821 bytes)

Bataille, G (1981) "El Aleluya y otros textos". Madrid: Alianza.

Cappelletti, A (1994). "Estudios Filosóficos". Caracas: Sociedad Venezolana de Filosofía.

Heidegger, M (1993) "Introducción a la Metafísica". Barcelona: Gedisa

Heidegger, M. (1978). "Heraclitus". Mérida: Minor.

Moreno Olmedo, Alejandro (1993). "El Aro y la Trama". Valencia: C.I.P.U.C.

Nietzsche, F (1873) "Sobre la verdad y mentira en Setido Extramoral. S/D.


Fuente: http://vereda.saber.ula.ve/estetica/gie/teobal.htm

INVITACIÓN


El presente blog constituirá una herramienta de apoyo pedagógico para los alumnos de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (UNEARTE), con sede en la ciudad de Ospino, estado Portuguesa; en el área de conocimiento de la Filosofía del arte, de la Estética y la Ética; bases fundamentales para la construcción de un profesional crítico, sensible e involucrado con su tiempo.

En una palabra, este blog constituye una herramienta de información continua que estará al servicio de todos, no sólo de los alumnos; y cuando expreso de todos, me refiero a la familia, a los amigos de nuestros estudiantes que tienen que involucrarse de alguna manera con estas ideas formativas para enriquecer aún más el entorno de los alumnos y permitirles ampliar sus reflexiones y sus expresiones en la comunidad donde viven.

El proceso de formación es un proceso continuo, sistemático y transformador; un proceso inmerso en una constante revolución, porque el aprendizaje no sólo significa "aprender", también significa "vivir".

Bienvenidos al portal del aprendizaje..., de la vida.

Ramón E. Azócar A.