viernes, 16 de octubre de 2009

Sobre "Eros y Civilización" de Marcuse



Eros y civilización de Herbert Marcuse es comentario a las teorías de Freud sobre el tema,y por tanto acierta tanto como él.La historia del hombre no es la historia de su represión,y menos biológica.Dejados en libertad,como la mayoría estamos,para perseguir nuestros objetivos nuestros instintos básicos no son incompatibles con toda asociación y preservación duradera,aunque algunos sí.

El eros incontralado es tan fatal como el instinto de la muerte que sólo existe en Freud,no porque neguemos la muerte,sino porque no la creemos instinto,ni instintiva.El eros incontrolado no es muy cultural,pero todos lo sabemos reprimir,y sólo nos puede causar angustia y neurosis su represión si no lo satisfacemos en forma civilizada.Si civilización es represión colectiva de instintos,la mayoría la hemos asumido muy bien.

No me gusta mucho la comparación animal-ser humano,y desde luego el resto de animales no han creado civilización.El animal hombre se ha civilizado sin tantos traumas como dice el psicoanálisis,y si hemos transformado el principio de placer en principio de realidad hemos hecho muy bien.Menos procesos inconscientes de los que dicen,y menos procesos conscientes para la mayoría de los seres humanos también.

La razón y su desarrollo tampoco depende del principio de realidad,y si la fantasía sigue ligada al principio de placer,sabemos hacerlo en forma íntima,cultural y civilizadamente por tanto.Si nuestro aparato mental está subordinado al principio de la realidad,lo tenemos bien subordinado,no nos produce traumas.La horda original fue otra cosa,pero afortunadamente la mayoría de nosotros no vivimos,ni queremos vivir,en hordas.Si algunas veces aceptamos vivir así,lo hacemos en forma privada,y la civilización no se altera.Si las instituciones sociales están bien instituidas,no nos perjudican.El inconsciente freudiano no existe,aunque en el sueño REM y desmayos perdamos momentánea y temporalmente la conciencia.

Instintos libidinosos y ego no pugnan ya tanto como dice Freud,y ni siquiera acepto que Eros sea el instinto de la vida,puesto que ésta es mucho más que el instinto de reproducción.Eros y el inexistente instinto de la muerte no son los instintos básicos,y si aceptamos que seamos psicológicamente id,ego y super-ego,id sí puede ser dominio del inconsciente (vida vegetativa),ego vida sensitiva,y super-ego vida racional.

El principio de la realidad sustenta al organismo en el mundo exterior,y la duración del trabajo no ocupa nuestra existencia entera.En nuestra peculiar y particular lucha por la existencia podemos notar escasez,pero no es un principio general,y que escasez y abundancia de bienes no hayan sido distribuidas colectivamente de acuerdo con las necesidades individuales no es imposición de la civilización o la cultura,sino del aceptable principio de la propiedad privada,no muy negativo ya en las sociedades económicamente desarrolladas.

Una sociedad en la que todos los miembros trabajan no requiere formas de represión,el super-ego no es heredero del complejo de Edipo,y la conducta del individuo maduro es más que copia repetitiva de las experiencias y reacciones de la niñez.
El primer grupo humano pudo establecerse y sostenerse en el mando por la fuerza de un individuo sobre los demás (despotismo patriarcal),pero no fue tan negativo como lo describe Freud:rebelión de los hijos exiliados,asesinato colectivo,devoración del padre,clan de hermanos;aunque en religión sí puede tener razón Freud,pues el politeísmo siguió al monoteísmo de la Virgen Madre,y luego regresó la única y verdadera deidad paternal,cuyo poder es ilimitado (judaísmo).Inventado el cristianismo por los judíos helenistas,que elevaron a Jesús a Mesías o Cristo,puede aceptarse también que la vida y muerte de Cristo aparezca como una lucha contra el padre.

No hay pues sentido de culpa en el desarrollo de la civilización,ni la historia ha progresado de espaldas y por encima de los individuos.Ni siquiera comienza la civilización con la inhibición metódica de los instintos primarios,porque se habían inhibido antes.No siempre el ego es deseo,ni la libertad implica arriesgar la vida.Eros no es el principio del ser,ni el ser es esencialmente impulso hacia el placer.

La sexualidad tampoco es esencialmente antisocial;y aunque la religión sea ilusión,la fantasía no juega una función decisiva en la estructura mental,ni es incompatible con la razón.El arte tampoco es retorno a lo reprimido,y es discutible si lo estático ha triunfado sobre lo dinámico.Narciso aparece como el antagonista de Eros,pero es discutible también que simbolice el sueño y la muerte,el silencio y el descanso.Orfeo no es homosexualidad,ni la estética refleja el tratamiento represivo del proceso cognoscitivo sensual.

La felicidad humana depende más de la realización de los deseos de la madurez que la de los de la infancia,y no todo el trabajo enajena.Compulsión,represión y renunciación no son los elementos que constituyen la libre personalidad,y la organización social de la existencia humana no descansa en deseos y necesidades básicas de la líbido.Finalmente la enfermedad del individuo no está en última instancia provocada y sostenida por la enfermedad de su civilización,ni la diferencia entre salud mental y neurosis es grado y efectividad de renunciación.

Freud,como Nietzsche,escribió mucho,pero no bien.Siendo obseso sexual,creyó que lo somos todos.Padeciendo neurosis,como Nietzsche también,autoanalizó su enfermedad como enfermedad de la humanidad.Si se hubiera dejado psicoanalizar por Jung,seguramente sus escritos habrían sido distintos.Al menos los de su madurez y vejez.
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